Pescador de Coquimbo
Antiguo baile chino de pescadores de Coquimbo, de tradición andacollina y quizás de los bailes más antiguos vinculados a caletas del país.
Antiguo baile chino de pescadores de Coquimbo, de tradición andacollina y quizás de los bailes más antiguos vinculados a caletas del país.
El baile chino Pescador nº 10 de Coquimbo es una hermandad de profunda tradición andacollina que hunde sus raíces en los inicios del siglo XIX. Poseemos dos referencias documentales sobre la historia de esta hermandad. El padre Principio Albás informa que habría “En 1823 una comparsa organizada por los pescadores del puerto de Coquimbo”. La otra referencia la aporta el pichinga don Laureano Barrera, quien apunta en su «Libro de Informes» que hacia 1895 asistía a la fiesta andacollina un baile coquimbano dirigido por don Pascual Cortés, que a la razón tenía veintinueve integrantes y seis años de servicio, habiendo sido inscrito en Andacollo en 1889. Estas dos fechas tampoco coinciden con lo registrado en un documento que elaboró el propio baile y que, además, se repite profusamente en los testimonios de los chinos, quienes sitúan el 25 de diciembre de 1810 como fecha de fundación del baile, el cual se habría conformado por humildes familias de pescadores de la comuna, quienes con el tiempo le habrían asignado este nombre al baile, transmitiéndose la tradición familiar de ser chino de la Virgen del Rosario y promesero de generación en generación.
Son muchas las familias que históricamente han participado en el baile. Entre otras, están los Vega, Villalobos, Salinas, Jofré, Alburquerque, Anacona, Carvajal, Molina, Chirino, Gaona, Collao, Rojas, y es probable que queden en el tintero algunas cuantas más. De éstas, la gran mayoría se dedicaba a la pesca artesanal y otras se vinculaban al trabajo como obreros portuarios, de estibación y carga principalmente, así como a labores propias de los sectores populares urbanos. Los integrantes participaban en el baile como flauteros, tamboreros y abanderados, siendo principalmente mujeres las que organizaban los sacrificados viajes y estadías, así como portaban los estandartes y banderas de sombra.
Entre los muchos roles dentro de un baile el de las banderas y los estandartes tenía una significación específica y cumplía un complejo rol en los procedimientos rituales, como nos recordó la ya fallecida doña Laura Lara en una conversación que sostuvimos hace ya más de una década: “El portaestandarte, uno se forma atrás. Habíamos cuatro portaestandartes. Cuando el baile empieza a bailar uno tiene que subir el estandarte […] Mientras ellos bailan uno tiene que estar ahí, haga frío, haga sol, haga todo, ahí. Antes no teníamos ni viserita [quepis] […] Entonces ellos bailan y se presentan y se arrodillan a saludar la Virgen, ahí tenemos que pasar todos los estandartes p’adelante, allá donde está la Virgen y de ahí saludarla y persignarnos. Después irse p’atrás, p’atrás otra vez, hasta que ellos terminan de bailar. Estando adelante de la Virgen no descansan hasta que termina. Después el jefe nos hace con la bandera así y nosotros bajamos el estandarte y nos vamos atrás de ellos a descansar. Los abanderados son adelante, las banderas grandes de sombra, claro, adelante va, grandes, sí, banderas moradas grandes… eso. Antes eran cuatro, ahora [2009] solo dos sacan, las moradas nomás, las otras eran chilenas. Desde que yo conozco el baile que es así y ahora están guardás las banderas. Esas [las banderas de sombra] van adelante así y cada vez que van en la procesión tiene que ir así po’. No es llevar una bandera así nomás, po’. Cuando ya se va la procesión delante de la Virgen ya van derechito… Y cuando ya entró el baile [a saludar en el atrio] se presenta el jefe con su bandera y ahí tienen que estar cruzadas [las banderas de sombra]. Después ya empezó el baile, el jefe se paró de ahí, nosotros nos presentamos, entonces, claro, ya saludaron las banderas. [Hay un lenguaje con las banderas] Claro, por eso el jefe dice con la pura bandera: la baja, tiene que bajar uno; la sube él, la subo yo. Ahora no hay eso, ahora la que sabe nomás.”
El baile Pescador se destacó siempre por su sonido y desplante en las presentaciones ante la Virgen, donde las diferentes cadencias y pulsos en el toque, sumados a un despliegue físico significativo en la danza, y el complejo lenguaje de las banderas que permite la comunicación de los tiempos y acciones rituales en un contexto festivo marcado por la saturación sonora que generan los distintos tipos de bailes que participan en la celebración. A tal punto es importante el sonido para el baile, que en un periodo de crisis, hacia inicios de este siglo, según algunos integrantes fue precisamente el sonido de las flautas y la adhesión de los flauteros a esta sonoridad un importante elemento de cohesión de la hermanación. Y si bien hay una continuidad, pueden apreciarse algunos cambios a lo largo del tiempo, los cuales pueden apreciarse mejor mediante la escucha de este antiguo registro del baile en la fiesta de la Chinita del año 1974, recopilado por la investigadora y profesora de la Universidad de Chile, Dra. María Ester Grebe, y que se acompaña además de los registros fotográficos:
Sobre esta vinculación con el sonido, escribíamos en el libro “Será hasta la vuelta de año” hace algunos años que: “[…] muchos chinos mantienen una relación afectiva con el sonido de flautas del baile y con las propias flautas que han tocado durante décadas. Para muchos chinos este sonido no puede estar ausente de sus vidas, porque el sonido del baile es una construcción social que otorga sentido de pertenencia a una historia colectiva. Por otra parte, la relación personal del chino con el instrumento es parte importante de su historia de vida, porque la flauta y el sonido que ellos consiguen para el baile le da al chino una posición social determinada y reconocida por todos los miembros de la hermandad”.
Hemos venido registrando fotográficamente al baile chino Pescador desde hace más de una década, dialogado con sus integrantes, así como compartido los productos elaborados, precisamente en un periodo que ha sido importante para la hermandad, debido al reconocimiento que en 2009 le otorgó el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes como Tesoros Humanos Vivos, lo que significó un importante apoyo y respaldo para la colectividad, insuflando energía y vigor a sus integrantes y comunidad.
Les invitamos a profundizar en la información disponible en este sitio sobre fiestas, bailes, alféreces y abanderados, donde podrán profundizar en el riquísimo acervo indomestizo de esta cultura popular e historia social de los bailes chinos presentes en el territorio, así cómo revisar, descargar y compartir los múltiples productos culturales elaborados por el equipo editorial de este sitio.