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Bailes chinos

Barrera de Andacollo

La comprensión de la historia y el presente del Baile Chino nº 1 Barrera pasa por múltiples dimensiones, tanto las relativas a la colectividad misma como las que atañen a la festividad, pues en su historia influye el devenir mismo del pueblo de Andacollo, de su afamada celebración y carácter de santuario, de la conformación de los primeros bailes rituales indígenas y mestizos a fines del siglo XVI, a la vez que a su característica de baile mandante y la importancia de la autoridad del pichinga o cacique de los bailes andacollinos, jefe general de estos colectivos de danza que por tradición asumía el jefe del Barrera, baile local y anfitrión de las celebraciones de la chinita.

Es muy probable que la danza y música como expresividad ritual de las colectividades indígenas del Norte Chico haya surgido en Andacollo al inicio del proceso de evangelización y durante los primeros años de la Conquista. Este proceso la leyenda popular lo cifra en 1584, siendo esta la fecha atribuida a la fundación del baile “de andas de la Virgen” por el mítico Libro de informes que mantuviera don Laureano Barrera, cuaderno con notas e informaciones que conservaba este antiguo jefe barrerino y destacado pichinga, en honor del cual pasó a llamarse “Baile Chino Barrera” esta colectividad.

En el momento de su fundación esta devoción no debió ser igual a la que observamos en los bailes desde hace décadas. Entonces ¿cómo se manifestaba dicha expresividad? Aunque hemos sostenido que eso no se puede responder con total certeza, creemos que estas ofrendas que rendían los indígenas y mestizos se van tornando poco a poco en prácticas cada vez más cristianas desde un punto de vista formal (imágenes adoradas y veneradas, orden procesional, ubicación en calendario, etc.), pues los procesos de evangelización comienzan a tomar fuerza en el antiguo Asiento de Minas al calor de misioneros y curas diocesanos que promueven el culto católico y que consolidan y dan consistencia al culto oficial con la fundación de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo en 1676, fecha en la cual se compra la actual imagen con dineros aportados por los peones indígenas, los vecinos y el cura.

Los chinos del baile Barrera entrarán en la historia popular tomando por principio el hecho de un inicio legendario en el que hubo un primer indio que junto a su prole, parientes y vecinos se volvieron danzantes, encontrando primero una imagen mientras trabajaba y luego comprándola junto a sus hermanos y compañeros de laboreo. De este modo, los chinos del Barrera han venido dándole historicidad a una práctica anual, sin interrupción, en un ciclo ritual que permanece por siglos en su pueblo de Andacollo pero que articula un importante territorio que incluye ciudades y localidades del secano, los valles y las costas del Norte Chico, y en donde se instala un calendario ritual que teje relaciones de solidaridad y colaboración entre agrupaciones y localidades.

Siendo el baile chino más antiguo, históricamente recayó en este baile el derecho consuetudinario de ser, en tanto dueño de casa y sostenedor y patrono de la imagen de la chinita, supremo y cabeza de todos los bailes en la fiesta de Andacollo, lo cual se manifestaba en la autoridad del pichinga, cargo que confería estatus, figuración y potestad al Baile nº1 Barrera. El pichinga era una dignidad que le correspondía a la máxima jerarquía del baile Barrera, siendo éste el baile más antiguo de Andacollo, jerarquía que era reconocida por todos los otros jefes de bailes quienes, a su vez, también eran cabezas y dueños de casa en sus localidades. De modo que el respetar la jerarquía del pichinga reproducía un orden interior general: el principio de autoridad que alcanzaba las estructuras y organización de cada baile. Los Pichingas tradicionales surgidos desde el baile Barrera de los últimos tres siglos son: Sátira pichinga entre 176? y 181?, Francisco Barrera pichinga entre 181? y 1865, Laureano Barrera pichinga entre 1865 y 1912, Sixto Alfaro pichinga entre 1912 y 1920?, Florentino Alfaro Barrera pichinga entre 1920? y 1926, Sixto Segundo Alfaro pichinga entre 1926 y 193?, Salomé Jorquera de Barrera pichinga entre 193? y 1944, Félix Araya Cisternas pichinga entre 1944 a 1973, Rogelio Ramos pichinga entre 1973 y 1993, y Hugo Pasten pichinga desde 2014 en adelante. Historia de los pichingas que se recoge en este documental llamado “El retorno de la tradición popular”, y que estrenamos en 2016.

El baile chino Barrera es un baile mandante o de carácter esparcido, quiere decir que sus integrantes, por lo general, no viven en Andacollo, sino que vienen de distintos lugares de la región y el país, reuniéndose sólo en los días de fiestas cuando cada chino concurre a pagar sus mandas y obligaciones. Se puede apreciar entonces que comprender la historia barrerina significa adentrarse a un contexto y una historia de más de cuatro siglos, siendo este baile fundamental para entender la historia y tradición de los bailes chinos en el territorio nacional.

Les invitamos a profundizar en la información disponible en este sitio sobre fiestas, bailes, alféreces y abanderados, donde podrán profundizar en el riquísimo acervo indomestizo de esta cultura popular e historia social de los bailes chinos presentes en el territorio, así cómo revisar, descargar y compartir los múltiples productos culturales elaborados por el equipo editorial de este sitio. Al finalizar, disponemos aquí de un registro de la presentación del baile ante la Virgen de Andacollo en sus fiestas chica y grande del año 2009, imágenes recopiladas por el equipo editorial de este sitio y difundidas en 2018 en el marco del “Plan de Salvaguardia de los Bailes Chinos” que implementó el Departamento de Patrimonio Cultural Inmaterial del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.