Don Luis Campusano tiene una relación muy personal con la devoción y su testimonio trasluce un profundo sentido existencial, que va más allá de una mera tradición. Muchas veces, las explicaciones tradicionalistas no permiten ver el sentido más profundo de esas prácticas ceremoniales, como tampoco la raigambre existencial y espiritual del mundo popular. Respecto de su participación en este baile, nos dice don Luis:
“Me siento feliz de servirle a la Virgen, a los santos, estoy contento, me siento alegre y a la vez que me acompaña mi familia. Mi familia siempre está presente en todas estas actividades religiosas, y también la familia de aquí, la familia Muñoz, que ellos son tan religiosos, son tan excelentes personas, y tienen mucha fe… Entonces nosotros siempre confiamos en ellos, tratamos por todos los medios de acompañarlos”.
Actualmente, las celebraciones de San Antonio de Padua en Barraza empiezan con una novena, la cual es presidida por un sacerdote. El día 15 de agosto se celebra la fiesta, comenzando las actividades con la llegada del baile chino a primera hora. Junto a este se hacen presente un par de bailes de instrumen- to grueso de Ovalle, Coquimbo o La Serena, quienes saludan a la imagen fuera de la iglesia, aunque cada uno según su es- tilo, formalidad y costumbre. Los bailes chinos generalmente lo hacen cantando o recitando algunas coplas. En la fiesta del 2007 don Luis Campusano saludó con estos hermosos versos a las imágenes patronales:
De Barraza y de Salala
y de muchas partes más,
hoy me presento a tus pies
a cumplir mi devoción.
Hinquémonos queridos hermanos
delante de este altar sagrado,
que la santísima Virgen
nos eche su bendición.
Aquí lo tenéis señora
implorando con fervor,
que al levantarnos de aquí
tengamos su bendición.
Parémonos querido hermano
que ya estamos bendecidos,
que la santísima Virgen
nos echó su bendición.
Al sonido de una flauta
y al golpe del tambor,
la saludamos con cariño
y cumplimos la devoción.
Este canto también puede escucharse aquí:
Sobre la fundación y el origen del baile, el antiguo chino don Luis Campusano Valencia señala que: “Yo un día, con la Mónica [Campusano Veas] y don Marcos [Véliz], decidimos conversar: «Oiga, formemos un baile con los niños de Salala, que ellos tienen como diez chinos y ellos siempre han sido leales a nosotros. Siempre han andado con nosotros, encontramos todos los méritos a ellos». Entonces cualquiera pensaba, estos están locos, y ellos mismos… Decidimos pescar la micro e ir a buscarlos, le erramos al paradero y tuvimos que andar kilómetros, la Marisol, el Marcos y yo. Entonces llegamos y le dijimos a don Luis Muñoz, le dijimos: vamos al grano, él siempre bien atento en su casa, entonces: «Mire, nosotros venimos a esto y esto». Ahí se sorprendió… «No, poh, es una realidad, don Luchito y es una bendición cuando Dios lo elige a una familia, le da ese poder divino, que muchas veces cree que no le toma buen asunto de lo que significa y es una bendición de Dios, la Virgen y los santos, porque están más cerca de Dios». Entonces me dijo: «¡Me pilló tan mal! Sabe que nosotros siempre hemos estado tan agradecidos de usted, queremos que usted sea el jefe». «No» le dije yo. «Yo renuncié al baile de San Isidro, yo no quiero ser más jefe, yo quiero ser un integrante más. Pero yo lo voy a ayudar a usted. Nunca lo voy a dejar solo. Todo lo que he aprendido se lo voy a enseñar a usted y nunca le voy a poner obstáculos, jamás. Nunca me voy a andar poniendo por adelante. Yo siempre lo voy a respetar a usted y con toda mi familia yo lo voy a acompañar», dijo. «Ay, don Luis… No, nosotros no.» «Bueno, pero si no es cosa de otro mundo, es cosa de tener la fe, ustedes no van a quedar solos, van a estar con nosotros, yo todo lo que he aprendido se lo voy a entregar… Y donde andemos lo voy a presentar y voy a decir “Este es mi jefe”». Ya, poh. Entonces tenía una botella de vino ahí, entonces la sacó, la sirvió, y dijo «Ustedes déjenme pensar toda esta semana y la próxima semana le doy la respuesta». Aparecimos la otra semana, «Qui hubo don Luis, ¿cómo estamos?», dijo. «Ya me están poniendo en aprietos, yo he pensado con mi familia», dijo, «es muy grande la responsabilidad». Yo le dije: «No es grande, se debe tener fe nomás y estar agradecidos de los santos que se acuerdan de uno, de su familia. Mire, porque van a tener un apoyo y nunca les va a pasar nada. Usted va a andar fuera de los peligros, porque así me ha pasado a mí. A mí siempre me han acompañado los santos, me han guiado por el camino que tengo que ir y tiene que aceptar Luchito». Ya, me paré, lo pesqué y le di el abrazo. «Ya», me dijo, entonces dijo el Marco, «Que firme aquí, que firme aquí, que haga el compromiso». El baile se formó un 28 de mayo.”
Les invitamos a profundizar en la información disponible en este sitio sobre fiestas, bailes, alféreces y abanderados, donde podrán profundizar en el riquísimo acervo indomestizo de esta cultura popular e historia social de los bailes chinos presentes en el territorio, así cómo revisar, descargar y compartir los múltiples productos culturales elaborados por el equipo editorial de este sitio. A continuación se comparte un registro de la presentación del baile ante la Virgen de Andacollo en 2009, imágenes recopiladas por el equipo editorial de este sitio y difundidas en 2018 en el marco del “Plan de Salvaguardia de los Bailes Chinos” que implementó el Departamento de Patrimonio Cultural Inmaterial del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.